Desde 2011, el Mercado de Coproducción de Señal Colombia se ha convertido, por un lado, en una forma eficiente de distribuir los recursos que recibe el canal para producir contenidos de calidad que alimenten su programación, pero también ha construido todo un ecosistema colaborativo entre decenas de pequeñas empresas productoras de contenido audiovisual de Colombia y otros países.
Cada año se presentan más y más proyectos con los que cientos de creadores buscan hacer realidad sus ideas y aportar una valiosa parte de su creatividad a la televisión pública.
Con el ánimo de fomentar la participación en el Mercado a partir de experiencias, consultamos a dos coproductores de Señal Colombia quienes han tenido gran éxito con sus contenidos. Ellos son el español Valerio Veneras y el colombiano Miguel Otálora.
Valerio Veneras es el creador y director de la serie 'Mr. Trance', una coproducción entre Señal Colombia y el estudio de animación El Recreo, que Veneras codirige con la colombiana Lilí Cabrera. 'Mr. Trance' es una de las más populares de Mi Señal, la franja infantil de Señal Colombia, que además se emite en el canal especializado en animación Cartoon Network.
Valerio nos contó cuáles son para él los requisitos que necesita cumplir un contenido para convertirse en una coproducción exitosa.
"Cuando se presenta un proyecto tiene que ser algo sólido, tiene que haber un trabajo de personajes. Bueno, en este caso yo estoy hablando de animación. Entiendo que en mercado también entran otros proyectos como de documental, etcétera", asegura
También aconseja entrar en el Mercado de Coproducción con una fuente de recursos ya asegurada, pues "el canal puede entrar hasta un 70%, pero hay que llegar con una financiación ya demostrable o se puede aportar en especie por inversión del propio estudio. Hay que tener el 30% o más. Lo ideal sería tener el 50%".
Por otro lado, Veneras recomienda tener en cuenta los valores que promueve el proyecto que se presente al Mercado. "Al ser Señal Colombia un canal público, el proyecto ha de tener unos valores positivos y constructivos. En nuestro caso, con el estudio, siempre nos gusta hacer series con estos valores que de alguna manera eduquen y den herramientas para que el espectador, en este caso niños, pueda aprender algo nuevo", dice.
"Por último, y es algo lógico, el proyecto tiene que ser entretenido, tiene que ser divertido. Creo que no se puede explicar valores siendo aburrido, porque entonces el espectador no va a dedicarte tiempo", concluye.
También hablamos con Miguel Otálora, creador y director de 'Las crónicas elefantiles', una premiada serie en la que los niños, a través de sus voces y de sus experiencias, nos cuentan las historias más bonitas sobre temas como el amor, la familia, el medio ambiente, los sueños y mucho más, en relatos que mezclan la animación y la fantasía con escenarios cotidianos.
Otálora, además de dirigir este proyecto, es un reconocido ilustrador y animador colombiano que ya había trabajado en coproducciones de Señal Colombia, 'Don Quijote de la Láctea' y 'Migrópolis', pero además ha trabajado en producciones de alta factura internacional como la aclamada serie animada 'Rick & Morty', de Netflix.
Desde Canadá, país donde reside, nos habló de su experiencia con el Mercado de Coproducción de Señal Colombia y mencionó algunas recomendaciones para los proyectos que son elegidos en la etapa de evaluación.
"La primera, trabajar en equipo con los productores delegados, estar abierto a preguntas. Lo segundo, involucrar también a la comunidad. No solo estoy hablando de los televidentes, pero también de las familias, los niños, todas las personas que intervienen en el proyecto", asegura.
Otro de sus consejos es desarrollar el pragmatismo. "Le toca a uno ser pragmático con muchas decisiones por presupuesto, por tiempo, por muchas cosas. Entonces hay que estar seguros de las decisiones y hay que tomarlas también rápido", agrega.
A modo de anécdota, Otálora relata que durante el proceso de evaluación de la segunda temporada de 'Las crónicas elefantiles', el proyecto no superó la primera instancia, pero más tarde entró en la segunda etapa de negociación.
"Hay que ser fieles al espíritu del proyecto. Por supuesto, era una producción un poco más complicada. Creo que también por eso fue que nos descabezaron. Pero igual nos fuimos con lo que sentíamos que era lo correcto y eso finalmente logró que nos llamaran para una segunda temporada", concluye.